En un sentido general, cualquier pieza de música o escritura, o cualquier pintura o escultura, puede ser una composición. Más específicamente, el término se refiere a la manera en que un artista ha dispuesto los elementos de la obra a fin de ponerlos en una relación satisfactoria para el artista e, idealmente, el espectador. En el arte de la tradición clásica, se utilizaban composiciones triangulares o piramidales debido a que generaban una sensación de equilibrio y armonía mediante la disposición de las figuras en una estructura geométrica estable. Esto puede verse por ejemplo en la agrupación cónica de los animales en la obra Yeguas y Potros de George Stubbs. La idea de composición como el ajuste de la relación de los elementos de la obra dentro de la frontera del lienzo, permaneció sin cambios durante la agitación de los primeros movimientos modernos como el cubismo y el arte abstracto. Luego, en la década de 1940 el pintor estadounidense expresionista abstracto, Jackson Pollock, presentó lo que llegó a llamarse composición "allover", y el concepto tradicional fue conocido como composición relacional. Sin embargo, en general Pollock parece seguir componiendo dentro del lienzo. Pero al mismo tiempo, el expresionista abstracto Barnett Newman comenzó a hacer pinturas en las que grandes bloques de color corrían de arriba hacia abajo del lienzo. Estos estaban relacionados en la medida en que las proporciones de los colores se ajustaban entre sí, pero eran compositivamente radicales en el sentido de que los bloques de color simplemente se extendían fuera de los bordes superior e inferior del lienzo, que Newman dejó deliberadamente sin enmarcar. Fue Frank Stella a finales de 1950 quien alcanzó una composición que era a la vez allover y salía de los confines del lienzo.